Compárate contigo mismo

Compararte con otras personas no te ayuda en tu auto-mejora.

Cuando eliges a alguien con quien compararte, en su mayoría eliges personas que están mejor que tú en algún ámbito específico.

Y luego, estás tomando detalles muy específicos de la vida de esta persona y no tomando en cuenta los muchos otros hechos, experiencias, sacrificios y carencias de esta persona en particular.

Básicamente, te estás engañando a ti mismo.

“Me siento como un fracaso porque me gustaría tener la ética de trabajo de Elon Musk. Pero siempre procrastino y pierdo mi tiempo en redes sociales.”

Esta afirmación hace parecer que la ética de trabajo de Musk es algo que Dios le dio. No estás teniendo en cuenta su crianza, sus valores familiares; toda una vida de interactuar de manera diferente que tú con el mundo, tanto lo bueno como lo malo. Estás borrando sus sacrificios, las personas que conoció e influyeron en su comportamiento, las relaciones que se perdieron por todo esto. Todas las cosas que él pudo haberse perdido y que tú disfrutaste.

No ves todas las cosas negativas con las que estas personas tienen que lidiar. No sabes si Musk llora antes de dormir cada noche porque siente que nadie lo entiende. No sabes si se ha distanciado de su familia porque lo hacen sentir culpable por no estar presente. Prácticamente no sabes nada sobre él. Sin embargo, creas este ideal inalcanzable y te culpas por no estar a la altura.

Tienes un conjunto único de experiencias y oportunidades que no son comparables. Usa eso a tu favor. Nadie más ha crecido exactamente como tú. En lugar de intentar transformarte en un éxito de un día para otro, usa tu propia experiencia para forjar tu identidad ideal (ideal en el sentido de algo tan perfecto que solo puede existir en tu imaginación). Usa este ideal como la meta última, comienza a construirte hacia ese ideal sabiendo que nunca lo alcanzarás, y que eso está bien.

El objetivo no es el objetivo. El objetivo es solo la línea de meta. Cuando llegas al final, la diversión se termina, bien podrías estar muerto. El verdadero objetivo es el viaje, es saber que eres mejor que ayer, y que el próximo año serás aún mejor.

Compárate, contigo mismo.

Apila mejoras una encima de la otra.

Compórtate de manera que seas una mejor versión de ti mismo.

La mayoría de las personas sobreestiman lo que pueden hacer en un mes. Intentan cambiar drásticamente sus vidas en 30 días, luego fallan miserablemente y entran en modo de víctima, culpándose a sí mismos, o peor, culpando a la sociedad, o al mundo.

Sin embargo, subestiman totalmente lo que pueden lograr en una década simplemente estando en un viaje para mejorarse a sí mismos.

“Pero ¡no puedo esperar una década!”

La década llegará sin importar qué. Una vez tuve 23 años, y no podía esperar una década para mejorar, tenía que mejorar “¡ahora!”, y entonces no lo hice. Y pasaron diez años y nada cambió. Tenía los mismos problemas a los 33.

No puedes arreglarte de la noche a la mañana. Trabaja en ser mejor cada día, o cada semana, o incluso cada año. ¿Crees que habría sido la misma persona, cargando con los mismos problemas, si hubiera aplicado esto de los 23 a los 33?

Hoy, con 36, conzoco muy bien la respuesta.

Sé la mejor versión de ti mismo hoy, y sé la mejor versión de ti mismo mañana. Eso es todo lo que necesitas. El tiempo hará el resto.

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