La mayoría de la gente cree que la viralidad es cuestión de suerte.
Y esto les hace quedar atrás en un mundo competitivo.
Si es tu caso, voy a darte 6 secretos para que tus productos se propaguen como un incendio 🔥
(Respaldado por la ciencia)
- Historias
En el mundo del marketing y la comunicación, las historias son herramientas poderosas.
Las historias forman parte de la experiencia humana. Nos han permiten transmitir conocimientos, experiencias y conectarnos con los demás.
Pero no cualquier historia hará el trabajo.
Las que se vuelven virales, son las que actúan como vehículos.
No solo entretienen, sino que llevan un mensaje en su núcleo.
La historia actúa como un envoltorio 🎁 para un mensaje más profundo.
Las empresas exitosas no venden un producto.
Sino que venden una historia.
Una historia en la que su producto, desempeña un papel principal.
- Emoción
Cuando sentimos emoción, ya sea positiva o negativa, estamos mucho más inclinados a compartir una historia.
¿Cuántas veces has compartido una historia porque te hizo reír, llorar, o te indignó?
Esas reacciones emocionales nos impulsan a actuar.
Piensa en esos videos donde un soldado que vuelve a casa y sorprende a su familia.
Estas escenas capturan momentos genuinos rápidamente se vuelven virales porque evocan emociones fuertes en quienes los ven.
Pero no todas las emociones son igualmente efectivas para impulsar el compartir.
Las emociones que nos activan, son más propensas a impulsarnos:
- asombro
- indignación
- diversión
- ira
- felicidad
Tienes que buscar la manera de infundir emoción en tus historias y en tus productos.
Hacer que la gente sienta algo fuerte y poderoso.
- Público
La otra clave para que algo sea viral es que sea visible.
La camiseta “I ♥ NY” es uno de los diseños de más icónicos y reconocibles en todo el mundo.
Cómo un simple diseño puede transmitir un mensaje potente y convertirse en un fenómeno viral.
Pero no se trata solo de que el producto sea visible.
Sino que el comportamiento asociado con ese producto sea visible y público.
Si las personas ven a otros usando, compartiendo o interactuando con un producto o idea, es más probable que ellos mismos quieran hacerlo.
- Desencadenantes
Los desencadenantes son estímulos que incitan a las personas a pensar en algo.
Hay desencadenantes en nuestro entorno diario que nos recuerdan a productos constantemente.
Si algo está presente en nuestra mente, es más probable que salga de nuestra boca.
Un ejemplo clásico es la canción “Friday” de Rebecca Black.
Aunque a casi nadie le gusta, cada vez que es viernes hay alguien en alguna parte que la menciona, o hasta la canta involuntariamente.
Para que un producto o idea se vuelva viral, no es suficiente que sea bueno o que la gente lo aprecie.
Tiene que estar asociado a desencadenantes comunes en nuestra vida cotidiana.
Cuanto más a menudo se active el desencadenante, más a menudo se hablará del producto.
- Valor práctico
Las personas adoran compartir información que pueda ser útil para otros.
Es una mezcla de querer ayudar a los demás y sentirnos vistos como recursos valiosos para nuestro círculo cercano.
Si encuentras un gran descuento en tu tienda favorita, es probable que se lo cuentes a un amigo.
Si descubres una receta de cocina deliciosa y fácil, podrías compartirla en tus redes sociales.
Las empresas a menudo lanzan promociones especiales para generar esto.
Piensa en las ofertas del “Black Friday” o el “Cyber Monday”.
También las empresas que comparten consejos útiles, como videos “hazlo tú mismo” o tutoriales, se posicionan en el radar de los consumidores como fuentes de valor.
Incluso, a veces las marcas también se vuelven parte de la rutina diaria de las personas.
Si le das a la gente algo de valor tangible que puedan usar en sus vidas diarias, no solo lo apreciarán, sino que también lo compartirán.
- Social
El ser humano es un ser social.
Queremos pertenecer, ser aceptados y estar al tanto de lo que está sucediendo a nuestro alrededor.
Las marcas que entienden esto.
Por eso crean productos o campañas que alimentan ese deseo de conexión social.
Las funcionalidades de “compartir” en las aplicaciones no están ahí por casualidad.
Otro ejemplo son las reseñas.
Se sabe que 90% de los consumidores leen al menos una reseña antes de tomar una decisión de compra.
Confiamos en la experiencia de los demás.
Y usamos esa información para guiar nuestras propias decisiones.
Jonah Berger nos brinda una hoja de ruta detallada de cómo las ideas se propagan y cómo las marcas pueden aprovechar esos principios.
Si estás en el mundo de los negocios o el marketing, pregúntate:
¿Cómo puedo hacer que mi producto o idea sea más contagioso?