La verdadera razón que prohíbe a las personas alcanzar sus metas financieras, no es la falta de un plan, no es la falta de consejos, no es la falta de posibilidades, ni siquiera es la falta de inteligencia.
La razón número uno por la cual las personas no alcanzan sus metas es el saboteo de su propio éxito.
Esto no le pasa a todas las personas, algunas personas tienen mentalidad de ganadores.
Pero imagino que si estás aquí tal vez te suceda algo similar a lo que me sucede a mi:
Tienes mentalidad de ganador para algunas cosas, pero una mentalidad muy destructiva en otros aspectos de la vida.
Dime, ¿Cuántas veces has intentado crear un hábito y fracasado terriblemente?
¿Cuántas veces has puesto por escrito tus objetivos, y te has llenado de determinación, para terminar abandonando luego de unos días?
¿Cuántas veces te has mentido a ti mismo?
- Dices que harás ejercicio, y no lo haces.
- Dices que ganarás más dinero, y no lo haces.
- Dices que empezarás el Lunes, y no lo haces.
¿Cuántas veces has planificado la semana, día por día, hora por hora?
“5:00 AM Me despierto – 6:30 AM Desayuno – 7:00 AM Trabajo en mis proyectos – 9:00 AM Ejercicio.”
Los primeros días nos sentimos unos verdaderos cracks.
Pero al cuarto día nos despertamos a las 10:30 de la mañana, cansados por quedarnos mirando Netflix hasta tarde la noche anterior.
E inmediatamente toda nuestra semana se desmorona.
Y le siguen el mes, el año, y nuestra vida.
¿Por qué siempre dejamos de hacer aquellas cosas que sabemos que debemos hacer para alcanzar nuestros objetivos financieros?
Tienes que entender que acumular riqueza tiene más que ver con tu mentalidad que con los recursos o las ideas que puedas tener.
Son tus propias conductas las que crean problemas y te impiden alcanzar tus metas.
Áreas Problemáticas de Tu Mentalidad
Observaremos distintas áreas de tu mentalidad para descubrir cuáles son las que más afectan tus conductas:
- Optimismo vs. pesimismo
- Emociones negativas respecto al dinero
- Tacañería y escasez
- Austeridad y ego
No creo que te sientas identificado con todas y cada una de las cosas que veremos a continuación, pero sin duda algunas de ellas resonarán contigo.
Presta atención y estúdiate consciensudamente para determinar qué áreas de tu mentalidad deberás esforzarte para mejorar y así comenzar a transitar el camino del éxito y las riquezas.
Optimismo vs. Pesimismo
Lo primero que me gustaría que vieras es si eres un optimista o un pesimista.
Tras años estudios sobre se ha descubierto que las personas pesimistas son mucho más precisas y más acertadas.
¿Extraño, no?
Se encontró con que si le pides a un individuo, por ejemplo, que mire algo y te de una estimación de sus medidas, los pesimistas darán respuestas hasta diez veces más precisas.
Lo mismo sucedió cuando se les pidió que evalúen su propio desempeño en determinadas tareas que tenían que hacer durante los experimentos.
A su vez, se descubrió que que los optimistas tienen éxito hasta 4 o 5 veces más que los pesimistas dependiendo de la tarea.
- Las personas que son precisas nunca se empujan a ellos mismos, porque saben de manera realista que es imposible que lo logren.
- Los optimistas lo ven mejor de lo que es, así que lo intentan igualmente. Cuando fallan, tienen la ilusión de que lo hicieron bien y creen que lo harán mejor la próxima vez.
Pensar en positivo mejora la creatividad, el pensamiento constructivo, crea optimismo y aumenta la motivación.
Cuando estás esperando tener exito desde el comienzo, te es más fácil tomar las acciones y buscar las herramientas y técnicas que necesitas para lograrlo.
Los optimistas confían si mismos y ven oportunidades donde otros solo ven obstáculos. Cuando encuentran un obstáculo los optimistas creen que si toman acción para solucionarlo, pueden mejorar su situación.
Te será muy difícil alcanzar este nuevo estilo de vida si estás esperando que las cosas salgan mal.
Cuanto más puedas cultivar este sentimiento de optimismo, más fácil será para ti mejorar tus finanzas en lugar de estar controlado por el miedo y escasez.
Practicar el optimismo te abrirá nuevas puertas a la construcción de riqueza.
Emociones Negativas Respecto Al Dinero
¿Por qué es que justo cuando empezamos a tener progresos que hacemos algo estúpido?
¿Por qué dejamos de practicar los fundamentos que sabemos nos llevaran más lejos?
Todo lo que hacemos en nuestra vida lo hacemos por dos razones; para ganar placer, o para evitar dolor.
Si te estás saboteando es porque crees, en algún nivel de subconsciencia, que involucrarte en la acumulación de dinero te traerá más dolor que placer.
Puede parecer loco, pero la mayoría de las personas tenemos una relación conflictiva con el dinero.
Es preciso que te vuelvas consciente de las emociones que vinculas con el dinero, ya que estas suelen tomar el control de nuestras decisiones financieras.
Las emociones que más destacan en relación al dinero son:
- el miedo,
- la culpa,
- y la envidia.
La mayor parte de nuestras emociones suceden en el mundo del subconsciente.
Tus experiencias de la niñez también juegan un rol importante, y es que cada familia tiene su propia psicología del dinero. Lo que escuchabas a tus padres decir (o no decir) sobre el dinero influencia tus emociones y tu actitud hasta el día de hoy.
De cuáles cosas se podía hablar y de cuáles no, quién debería llevar el control del dinero, qué responsabilidades se asignan a quién, etc.
Además, siempre suele haber una historia que forma parte de la identidad de la familia. Que si uno de los tíos tiene mucho dinero y es mala persona; que si el padre tenía problemas con las apuestas; que si el abuelo tenía una empresa y fue estafado por su socio.
Así que antes de acumular riquezas debes esforzarte por cambiar la forma en que asocias el dinero en tu mente.
Las emociones en sí mismas no son malas. Lo que realmente importa es que tan consciente estás ellas.
Tendrás que estar muy atento cada vez que sientas algo relacionado con el dinero que luego de un pequeño análisis no se soporte de manera lógica.
Deberás cambiar tus creencias más profundas, asegurarte que ganar dinero es una experiencia puramente positiva y placentera para ti.
Tu experiencia personal con el dinero no tiene nada que ver con como el dinero funciona en el mundo real.
Tendrás que eliminar por completo de tu mente frases como, “el dinero es la fuente de todos los males”. Las personas ricas saben que el dinero es la fuente de todo lo bueno.
El dinero existe para solucionar problemas, para ayudar a otras personas, para asegurar el futuro de tu familia.
Convencerte de que crear riqueza es respetarte a ti mismo. Respetar tu trabajo, tu salud, tu superviviencia, la de tus familiares, tus seres queridos y tu comunidad.
Tacañería y Escasez
Las personas que no saben nada sobre el dinero te dirán que ser tacaño es la base de la libertad financiera.
Te dicen que no te des ningún gusto, que rompas tus tarjetas de crédito, y que siempre busques las mejores ofertas.
Dime, si no tuvieras problemas de dinero, ¿cuál de estas dos personas preferías ser?
El que sale a comer con los amigos y a la hora de pagar…
- discute que su plato no era tan caro como otros y debería pagar menos,
- es el primero en sacar la cartera y hasta se ofrece a dejar la propina.
El que tiene que hacer una compra y…
- visita cinco tiendas buscando donde lo tengan más barato,
- entra en una app y pide que se lo manden a su casa.
El que necesita adquirir un software para su negocio y…
- se baja la versión de prueba y si no existe gasta montones de tiempo buscando en páginas pirata,
- va directamente a comprar el software para trabajar tranquilo.
El ser tacaño nace de una mentalidad de escasez.
Claro que si no tienes dinero no puedes estar invitando a tus amigos con la cena.
Pero cuántas veces gastamos muchísima energía y tiempo en ahorros mínimos que en realidad no cambian nada. Para luego tener gastos absurdos en cosas que en realidad no necesitamos.
¿Cuál es tu meta en la vida?
Pregunto, porque mis metas no tienen nada que ver con recordar apagar las luces cada vez que salgo de una habitación, como bien me recordaban mis padres a diario cuando vivía con ellos.
Si quieres cosechar éxito y dinero en abundancia tienes que utilizar tu energía y motivación en manejar a consciencia tus finanzas personales.
Estar pendiente de si dejas el agua corriendo mientras te lavas los dientes no son finanzas personales a no ser que vivas en extrema pobreza.
Si tienes un trabajo tradicional y tu manera de ahorrar es siendo tacaño, las chances son que si ahorras durante toda tu vida nisiquiera llegues vivo a disfrutarlo.
Ser tacaños nos lleva a buscar problemas donde no los hay y a estar super pendientes de ahorros mínimos que no hacen ninguna diferencia.
Austeridad y Ego
Hernán (uno de mis mejores amigos) es el típico que siempre se suma a todas las actividades o eventos que surjan sin importar la hora, el día de la semana, o el gasto que implica.
A Hernán no le faltan ingresos, es contador y siempre ha sabido encontrar trabajos con salarios por encima de la media.
Sin embargo Hernán vive al límite con el dinero por culpa de sus pésimas conductas financieras.
Su sueldo desaparece en muy poco tiempo: cuotas, hipoteca, combustible para el coche, seguros, y múltiples tarjetas de crédito se llevan la mayor parte de sus ganancias apenas entran a la cuenta.
Ahora imagina que le digo a mi amigo que el secreto para acumular riqueza es vivir una vida de austeridad, es decir, cambiar por completo su estilo de vida.
Imagina que le explico cuidadosamente que para poder ser rico, él tiene que: dejar de salir a fiestas, reemplazar su coche por una bicicleta y dejar ir con su novia a comer a restaurantes.
¿Qué crees que diría?
Estas actividades son importantes para él. Sale a fiestas porque es su manera de pasar tiempo con las personas que aprecia. Y su coche representa su habilidad para trasladarse a cualquier lugar en cualquier momento del día para estar con esas personas.
Decirle que su única salvación es ser un hippie que cultiva sus propias verduras sería condenarlo al fracaso desde el primer momento.
Pero el verdadero problema es que si apuestas por la austeridad, estarás dejando tu conducta financiera a merced de tu poder de voluntad.
Cada día se te presentará la oportunidad de comprar algo que “no deberías” porque “realmente no lo necesitas”.
Y tendrás que gastar motivación y energía para tomar la decisión, cada vez. Decirte “No” a ti mismo una y otra y otra vez.
La verdadera clave para no gastar de más, es planificar tus gastos en relación a las cosas que realmente te importan.
El secreto es ser austero solo con las cosas que no nos importan, y de esa manera poder gastar sin culpa en las cosas que sí nos importan.
En 2018, el proyecto en el que estaba trabajando había empezado a generar ciertos ingresos mensuales y sumado a mi trabajo freelance cómo desarrollador web, podíamos decir que estaba pasando por un buen momento.
Por lo que estaba considerando comprarme un coche.
Mi coche ideal es un BMW de los nuevos. Eso estaba descartado, comprar un auto de 80.000 dólares era una decisión muy estúpida en mi situación financiera de ese momento.
La opción viable era comprar un coche que no me gustaba pero que rondara los
15.000 dólares (por cierto, en Argentina y Uruguay los coches son súper caros).
Si me hubiese comprado un coche en ese momento, a mis gastos mensuales se hubieran sumado: el pago del crédito del auto, la plaza de garage, seguro, patente, gasolina, mantenimiento y repuestos.
Luego de meditarlo unos días decidí no comprar ningún coche, ni lo quería ni lo necesitaba. En mi caso tenía muchísimo más sentido financiero utilizar Uber cuando necesitara ir a algún lugar.
Hasta el día de hoy sigo sin coche.
Gran parte de los gastos que tenemos en el fondo sabemos que no son importantes.
Hernán necesita un coche porque tiene que ir a la oficina cada mañana. Pero no necesita una hipoteca en un apartamento tan caro. Ni necesita salir a tomar unas cervezas cada día luego del trabajo. Ni necesita un nuev iPhone cada dos años.
Muchas veces gastamos solo para que otras personas piensen cosas sobre nosotros.
Porque en el fondo sabemos que parecer exitosos es mucho más fácil que alcanzar una verdadera superioridad económica.
Poner tiempo y dinero para vernos superiores generalmente tiene un resultado predecible: peores finanzas y disminución de la riqueza.
Seguro conoces personas que salen a comer a lugares caros solo para subir fotos a Instagram y simular una vida de “lujos”. Luego te enteras que viven con sus padres porque no tienen para un alquiler.
O esos que andan en un auto carísimo pero trabajan 12 horas al día y apenas les alcanza para sobrevivir.
Estas actitudes no demuestran para nada cuál es tu situación económica, sino que pone en serio peligro tus posibilidades para liberarte financieramente.
Tu Cerebro Está Programado De Esta Manera
Aunque no nos demos cuenta, nuestros cerebros han sido programados para convertirnos en unos fracasados.
Nos hemos vuelto adictos al pensamiento negativo, y a hablarnos a nosotros mismos de manera negativa.
Permitimos que la negatividad y el miedo ronden en nuestra mente listos para atacar todas nuestras ideas.
¿Alguna vez te pusiste a pensar lo que tu subconsciente piensa sobre ti?
Tus creencias más profundas están terriblemente sesgadas
Las “creencias” son una herramienta que desarrollamos las personas durante nuestra vida y que nos permiten dar sentido al mundo que nos rodea.
A partir de estas creencias las personas interpretamos las situaciones de la vida. Son cómo un filtro que tenemos a través del cual vemos el mundo.
Creencias nucleares
Son aquellas que nos dan nuestro sentido de identidad y construyen el núcleo de lo que somos (o de cómo percibimos que somos y cómo deberíamos ser).
Las religiones son el ejemplo más claro.
Decir “soy musulman” no es decir una verdad objetiva, sino que constituye una creencia, nos permite identificar cómo movernos en el mundo: qué ropa usar, qué roles asumir.
Dentro de estas creencias también encontramos definiciones personales: nuestro género, nuestra etnia, nuestro estatus social.
Y también definiciones negativas y destructivas como: “Soy inútl”, “Soy vago”, “No valgo nada”, “Soy indefenso”.
Creencias intermedias
Son reglas de vida, supuestos de cómo deberían ser las cosas, supuestos de cómo deberías actuar ante determinadas situaciones, y de cómo deberías desenvolverte en el mundo.
Estas creencias las vamos construyendo a lo largo de la vida por encima de nuestras creencias nucleares.
“Nunca voy a encontrar alguien que me ame”, “Si las personas supieran cómo soy en realidad me rechazarían”, “Fracasar significa ser un perdedor”, “En un matrimonio, el hombre debe trabajar y la mujer debe quedarse en la casa”.
Pensamientos Automáticos
Los pensamientos automáticos son pensamientos que surgen fugazmente e interrumpen el fluir del pensamiento normal.
Surgen sin tu consentimiento, son breves, telegramáticos y pueden ser verbales o aparecer en forma de imágenes.
Pueden entenderse cómo una representación de tus creencias más profundas e intermedias.
Generalmente son pensamientos negativos sobre uno mismo, otras personas, el mundo, etc. Suelen venir acompañados de miedos sobre el futuro, o arrepentimientos del pasado.
Todas las personas tenemos estos pensamientos, aunque la mayoría de las personas no los noten.
Pero para algunos de nosotros estos pensamientos pueden ser muy negativos, e incluso destructivos.
¿Cómo reconocer los pensamientos automáticos?
Cuando estás frente a una situación que te haga sentir emociones “desagradables”, puedes parar y preguntarte:
¿Qué tipo de cosas te dices a ti mismo?
- “Nunca logras lo que te propones.”
- “Siempre dejas todo para después.”
- “Eres un fracaso.”
- “Nada sale cómo yo quiero.”
- “Soy una mala persona.”
- “¿Por qué siempre me pasa todo a mi?.”
Tú no siempre no estás al tanto de esto, pero está sucediendo en tu subconsciente a diario.Subconsciente significa por debajo de la consciencia: ¡Ni siquiera somos conscientes de que nos caemos mal a nosotros mismos!
Sesgos cognitivos
Las creencias intermedias y los pensamientos automáticos nacen de las creencias nucleares, y aunque suelen tener una relación lógica entre sí, esto no significa que sean objetivas o verdaderas.
En algunas personas esta forma de pensar puede volverse muy rígida y crear serios problemas al momento de transitar por la vida.
Cuando esta forma de pensar y actuar se lleva al extremo, pueden darse patologías como la depresión y la ansiedad.
Lo que hace que se repita una y otra vez la misma forma de pensamiento son los llamados “sesgos cognitivos”.
Un sesgo es un peso muy grande a favor o en contra de algo. Y es lo que nos lleva a que le demos sentidos erróneos a lo que interpretamos.
En la vida cotidiana estamos continuamente otorgándole sentido a nuestra experiencia personal, a las cosas que nos suceden o creemos que pueden suceder en el futuro.
En este proceso de pensamiento pueden interferir nuestras creencias, y crear alteraciones que lleven a las personas a sacar conclusiones arbitrarias.
Inferencia arbitraria
Es el proceso por el cual se adelanta una conclusión sin evidencia a favor que la sustente.
O cuando se sostienen ciertas afirmaciones incluso con evidencia contraria.
Por ejemplo, pensar que van a dar mal un examen, incluso habiendo estudiado mucho y teniendo aprobados todos los exámenes anteriores con buenas calificaciones.
Maximización
Consiste en agrandar ciertos aspectos o cualidades, darle excesiva importancia.
En general, las personas con estado de ánimo deprimido, maximizan los errores, las carencias, las faltas, las pérdidas (propios y ajenos).
Minimización
Se da cuando se subestiman o empequeñecen ciertos aspectos o cualidades.
Las personas con estado de ánimo deprimido minimizan los logros, los éxitos, las buenas cualidades, los aciertos.
Abstracción selectiva
Consiste en centrarse en un aspecto, atributo o detalle sacándolo del contexto, dejando de lado características relevantes de la situación y a partir de allí elaborar ciertas conclusiones.
Las personas con estado de ánimo deprimido tienden a recortar los aspectos negativos y mediante ellos sacar conclusiones que comprueben su inutilidad, su poca valía personal o sus defectos, sin pensar qué otros factores o variables están presentes.
Generalización excesiva
Se da cuando a partir de uno o varios hechos o situaciones aisladas se sacan reglas que se generalizan para otras situaciones.
Por ejemplo, a partir de un fracaso sentimental, concluir que nunca vamos a poder estar en pareja; o a partir de un fracaso laboral concluir que no servimos para nada.
Personalización
Consiste en el hábito de relacionar, sin base suficiente, los hechos del entorno con uno mismo; auto-atribuirse fenómenos externos que no tienen que ver con uno mismo, sin evidencia que establezca dicha relación.
Palabras claves son: “seguro lo dice por mí”, “seguro piensan que soy aburrida” “seguro todos se dan cuenta que yo…”.
Compararse con otras personas de manera frecuente también es una forma de personalizar: “A él le hacen caso pero no a mí”, “Hago esto mejor (o peor) que tal”.
Pensamiento dicotómico
También llamado pensamiento absolutista, todo o nada, o blanco o negro. Consiste en la utilización de categorías polares y opuestas para clasificar a situaciones o personas, sin poder ver matices o grados. Todo se evalúa en extremos.
Por ejemplo: bueno-malo, santo-pecador, fiel-infiel, justo-injusto.
Las personas con estados de ánimo deprimido o ansioso tienden a atribuir a los demás y a auto-atribuirse las categorías del extremo negativo.
Pensamiento catastrofista
En ocasiones tenemos pensamientos terroríficos, pensamos que podría ocurrir inminentemente algo grave. Muchas veces este tipo de pensamiento viene precedido por un “¿Y si…?”.
No se suele tener en cuenta cuán probable es que eso ocurra y/o se maximizan las consecuencias. “¿Y si me expulsan del trabajo?”.
Razonamiento emocional
Realicemos este sesgo cuando razonamos en base a nuestros sentimientos o reacciones emocionales. Damos forma a una idea o a una creencia en base a cómo nos sentimos.
“Me siento inútil, por lo tanto debo serlo”. “Siento que no me hacen caso, eso quiere decir que no soy importante para ellos”. “Lo siento así, es así”.
Es momento de cuestionar tus propios pensamientos
La razón por la que no podemos salir adelante es porque tomamos decisiones, y tomamos acción, basándonos en estas creencias subconscientes tan dañinas.
Directamente estamos en una muy mala posición para enfrentar los desafíos que nos proponemos.
Y esto se retroalimenta cuando dejas que la negatividad entrara en tu mente en primer lugar, imaginándote a ti mismo perdiendo cada vez que te enfrentabas a un desafío.
Por obsesionarte con tus miedos y dejar que la ansiedad determinara el curso de tu vida.
Se trata de un círculo vicioso, cómo muchas otras conductas destructivas.
Nuestros pensamientos repercuten directamente en nuestras emociones, y nuestro estado de ánimo repercute directamente en nuestras conductas diarias.
La realidad, lo que percibimos de nosotros mismos, de los demás y de la vida en general, es una construcción subjetiva y activa que las personas hacemos diariamente.
Por eso, mientras menos sesgada y más flexible sea la construcción de nuestra realidad, más sana será nuestra manera de vivir, y más fácil será transitar el camino hacia el éxito y la riqueza.
PD: Todas las personas tenemos sesgos cognitivos, pero si consideras que en tu caso los sesgos cognitivos son demasiado “fuertes” y no te permiten transitar la vida como te gustaría, te aconsejo que visites un terapeura.